27 de abril de 2021

TECNICA: Cuando pedalear de pie en una subida


Montar en bici sentado o de pie es un tema que depende del gusto de cada ciclista. Sin embargo, esta técnica, que suele utilizarse sobre todo en las pendientes más pronunciadas, tiene una serie de ventajas que pueden ayudarte a vencer cualquier terreno por más difícil que parezca.

Pedalear de pie sobre la bicicleta es una técnica muy utilizada por ciclistas profesionales y aficionados. Esta variante de pedaleo, que suele alternarse con la posición tradicional y que se utiliza principalmente durante pequeños periodos de tiempo, es clave no solo para superar obstáculos, sino también para relajar las piernas, mejorar el rendimiento e incluso para atacar en puertos de montaña y subir con mucho más impulso.

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Si eres un ciclista aficionado y quieres saber en qué momentos puedes acudir a este técnica, aquí te lo explicamos.

En repechos muy pronunciados

Es común ver a muchos pedalistas amateurs y profesionales pedalear de pie sobre todo cuando deben enfrentar una cuesta muy pronunciada. Pararse sobre los pedales y comenzar a pedalear de esta manera les ayuda a vencer tramos cortos muy inclinados, gracias a que así obtienen un plus de potencia e impulso. Te recomendamos alternar las dos técnicas (sentado o de pie) cuando las pendientes varían o las inclinaciones cambian.

Al inicio de una pendiente

Si vas planeando en tu bicicleta con un desarrollo fuerte y estás próximo a tomar una pendiente, puedes acudir a la técnica de pedaleo de pie al inicio de la subida para ascender con más fuerza e impulso. Una vez gastes esa energía inicial puedes volver a sentarte en el sillín, subir las coronas de las pacha y terminar de completar el puerto con un desarrollo más suave (piñones más grandes).

Para atacar a tus compañeros o rivales

Pararse sobre los pedales también es una de las mejores técnicas para realizar un sprint muy explosivo sobre terrenos llanos o incluso un mini sprint sobre terrenos en subida. Es común ver a los profesionales, antes de atravesar la línea de meta de un puerto inclinado, pedalear de pie para acelerar el paso y llegar primeros. Por tal motivo, si eres un aficionado y quieres sorprender a tus rivales de la carretera, párate en tus pedales, sube el ritmo y déjalos a medio camino.

Cuidado con la montaña

Aunque la técnica de pedaleo de pie es muy popular en el ciclismo de carretera, en las modalidades más agresivas del MTB hay que tener mucho cuidado porque al pararse sobre los pedales y rodar por terrenos muy técnicos es mucho más probable que la rueda trasera de la bici de montaña pierda tracción. Esto sucede porque al pararse el cuerpo del ciclista queda inclinado hacia al frente, lo que termina desplazando el peso del cuerpo hacia la parte delantera de la bici. Por eso, si vas a ascender por una colina debes procurar no balancearte demasiado hacia adelante porque al perder la tracción podrías sufrir un accidente. Trata de poner el peso del cuerpo un poco más atrás y no tan adelante del sillín.

Aprende a configurar la marcha

Cuando se asciende un puerto es normal hacerlo con las coronas más grandes de la pacha. Al hacerlo de esta manera, el ciclista debe hacer menos esfuerzo porque esos piñones le permiten tener un pedaleo un poco más suave y relajado. Sin embargo, cuando te vas a parar sobre los pedales es recomendable bajar los piñones porque en esa técnica suele pedalearse con un poco más de fuerza. Por eso, aprende a bajar y subir los cambios cada vez que quieras alternar las dos posiciones (sentado y parado).

Aprovecha el peso de tu cuerpo

Al pararse sobre los pedales se suele inclinar el cuerpo hacia adelante para que ese peso ayude al ciclista a ganar más potencia y a impulsarse mejor. Esta acción se puede reforzar con el balanceo del cuerpo, llevando el manillar hacia ambos lados a medida que vamos pedaleando parados. Esos movimientos nos ayudan a subir con más facilidad y comodidad. En repechos muy inclinados puedes incluso pedalear en zigzag para hacer más llevadera la subida.

Para superar terrenos deficientes

Pedalear parados también es una muy buena opción para atravesar tramos muy averiados. Sobre todo cuando vamos en una bici de ruta, ya que al no tener sistemas de amortiguación es mucho más fácil que al pasar por zonas deficientes las vibraciones se transmitan a la zona de la cadera, la espalda y las manos. Por eso, cuando un ciclista se para sobre los pedales para atravesar baches, huecos y obstáculos, puede mucho más fácil evitar que el cuerpo sufra por las vibraciones.

Hazlo por periodos cortos

Lo importante es no exagerar con el pedaleo de pie. Esta técnica suele alternarse con el pedaleo sentado y es ideal practicarla durante periodos de tiempo cortos. Si te excedes el cuerpo podría fatigarse mucho más rápido ya que hay un mayor consumo de energía y fuerza. Recuerda que pararse sobre los pedales también ayuda a relajar zonas del cuerpo como la cadera, que permanece unida al asiento durante largas horas.

Anímate a alternar las dos posiciones y disfrutar de los beneficios que te brinda esta técnica de pedaleo.

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