Qué llevar y cómo organizarlo
¡Que sencilla puede ser la vida de un viajero cargando un equipaje ligerito! Para que evites el molesto exceso de peso, aquí te proponemos una serie de tips para hacer una buena maleta en la que no olvides nada para tus vacaciones pero tampoco cargues de más.
Empecemos
Antes que nada, se debe elegir el tipo de maleta que más se adapta a nuestras necesidades en cada momento. No es lo mismo pasar un fin de semana que ir a disfrutar de unos largos días de vacaciones, como también es muy importante tener presente si precisaremos una vestimenta especial para asistir a una serie de actos y en los que unas prendas informales pueden causar el veto a nuestra entrada.
Entre los tipos de valijas más usadas podemos optar por la clásica maleta (en todas sus variantes) o la mochila. Si nuestro desplazamiento será por zonas urbanas lo más adecuado será siempre la maleta con ruedas para evitar la incomodidad de cargar con ella a cuestas en todos los desplazamientos (ya sea aeropuertos, estaciones de tren o autobús, hoteles, etc.).
Otra preocupación es si está debe ser dura o blanda. Las blandas son más económicas y ligeras, son ideales para viajar en un medio donde no vayamos a facturar el equipaje o en nuestro vehículo (propio, familiar o amigos). Por el contrario las duras resisten los golpes que reciben las valijas en medios como el transporte aéreo e incluso las caídas al suelo.
En cuanto a la mochila, aquí si que depende en exclusiva el que nos aporte un grado de comodidad suficiente, que no nos apriete (una vez que la colguemos a la espalda y sujetemos el cinturón) y que tenga un diseño simétrico, lo que le permite equilibrar el peso por igual.
Haciendo la maleta
¿Cómo colocar las prendas?
En el fondo de la maleta se suelen poner prendas que no sean muy delicadas y que tienen que ir bien dobladas, trajes, por ejemplo. Y luego ir “subiendo” con prendas cada vez más delicadas, vestido finos, blusas, etc. y los huecos que van quedando a los lados se rellenan, con los zapatos (envueltos), calcetines, ropa interior, y prendas que no necesitan de un cuidado o doblado especial, así como cualquier otro complementos que se lleve, como puede ser un secador de pelo, una máquina de afeitar, etc.
Si se tienen prendas muy delicadas, lo mejor es envolverlas en papel fino (conocido como papel de cebolla) para preservarlas mejor de posibles arrugas y otras incidencias.
Es aconsejable, que la ropa a doblar este “cerrada”; es decir, abotonada, con la cremallera subida, por caso. Los productos de higiene y sus complementos, deberían ir en un neceser aparte y no dispersos por el interior de la maleta.
Si lo tienen, no lo lleves
Antes de ir de viaje, tómate unos minutos para llamar al hotel, albergue o donde sea que te hospedes y pregunta si cuentan con toallas, sábanas, secador de pelo y todas esas cosas que no querrás cargar en tus valijas. Si la respuesta es sí, bajo ninguna circunstancia lleves estos elementos en tu equipaje.
Ropa indispensable… ten presente la temporada
Recuerda que no siempre el destino de tu viaje está en la misma época del año que de donde procedes. Por ejemplo, en el duro invierno europeo en América Latina están en pleno verano y por el contrario. Procura llevar solamente aquellas prendes que precises y evita el “por si acaso” que la experiencia nos indica raramente usarás.
Combinando colores
Las mujeres no son las únicas que combinan rigurosamente sus prendas. Por eso, para las personas que no dejan nada librado al azar, lo mejor será elegir ropa de colores más bien neutros: marrón, blanco, negro y pasteles. Así, todas las prendas serán combinable y llevarás menos.
Una regla sencilla
Existe una regla para viajes de menos de una semana, que consiste en llevar siempre lo justo, que no falte nada y lo más importante, que no sobre. Lo normal es llevar una camiseta/camisa o polo por día; un conjunto de ropa interior por día; un pantalón cada dos días (nunca menos de dos pantalones); dos pares de zapatos en total y alguna que otra prenda de temporada como un traje de baño.
No te olvides
Si tienes previsto asistir a alguna recepción o fiesta deberás llevar una prenda adecuada para esa situación. También ten presente que en la mayoría de casinos exigen llevar americana y en algunos otros corbata. Si viajas en un crucero, algunas cenas son de gala… lo que te obligará a incorporar en tu maleta alguna vestimenta para esa ocasión o quedarte en la zona de buffet.
Haz una lista
Antes de hacer las maletas, haz una lista con todas las cosas que llevarás, incluidas las menos importantes como ropa interior, medias, cepillo de pelo, etc. Conviene además disponer los objetos sobre una cama o sillón, de modo que tengas una visión completa. Así sabrás con certeza qué cosas realmente están de más.
Lo más pesado va contigo
Una regla que siguen todos los viajeros expertos es llevar encima las prendas y objetos más pesados. Por ejemplo si debemos llevar un abrigo más vale llevarlo en la mano (cuando lleguemos al destino lo agradeceremos) que en la maleta. Este “tip” nos permitirá reducir el volumen de nuestra valija y contar con maletas extras para colocar este tipo de prendas.
Lavandería
En el 99 por ciento de los destinos turísticos encontrarás una lavandería. Aprovecha lo bueno de la vida y evita cargar con toneladas de ropa cuando puedes llevar sólo dos o tres mudas y lavarlas. Aunque te salga algo más caro, es un ahorro en peso y una comodidad extra que vale la pena tener en cuenta.
Cosas pequeñas, maletas livianas
Las cosas más pequeñas e insignificantes son responsables de gran parte del peso de un equipaje. Es absurdo llevar una botella de 750 mm de colonia o un litro de champú o gel, entre otros productos. Compra versiones más pequeñas de estos productos y recuerda, además, que según los reglamentos de transporte aéreo estos deben ir siempre facturados.
Guías, planos y esos miles de papeles
Mapas, guías, revistas, son un peso extra que debemos valorar en su justa importancia. Todo lo que sea papel, aunque no lo parezca, termina siendo de lo más pesado. Una solución es llevar el plano y anotar en una libreta o en un correo electrónico toda la información que precisas. No olvides, si tomas está última decisión de preguntar si cuentas con Internet en tu destino.
Un par de consejos más
Llevar equipaje liviano no es un alivio únicamente a la hora de pagar sobreprecio en el aeropuerto, además puede resultar muy cómodo si deseas recorrer un trecho a pie o viajar como mochilero. En toda ocasión reducir el peso del equipaje te da más libertad de movimiento, para que puedas hacer lo que quieras sin depender de tus maletas.
Aún cuando vayas en auto, quitar elementos pesados –como ropa, papeles y te asegura lugar extra para llevar cosas más divertidas: un set de raquetas y pelotas de tenis, libros, una baraja de naipes y esas cosas que hacen que un viaje sea placentero.
Si el problema del peso del equipaje te perjudica a la hora de ir de un lado al otro y no puedes hacer nada para que tus maletas sean más livianas, estás en problemas. Pero por suerte, puedes solucionarlo fácilmente. Existen carritos porta-equipajes, con rueditas y un práctico sistema para sostener tus valijas y llevarlas adonde quieras sin necesidad de hacer mucho esfuerzo.
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