4 de febrero de 2013

BICIMOTOS YUCATAN.- LA MUJER VAMPIRO EN MERIDA

Enfundada en un vestuario de encaje, terciopelo rojo y negro, con sus modificaciones y tatuajes que abarcan el 96 por ciento de su cuerpo, María José Cristerna, más conocida como “la mujer vampiro de México”, cautivó ayer a los asistentes a la VI edición de la Expo Tatuaje Internacional de Mérida, pero dejó en claro que además de ser una figura pública también lucha por el respeto a la diferencia y por los derechos de las mujeres.


Una multitud de gente esperaba ayer cerca de la 1 de la tarde a María José; en su módulo de la Expo se reunieron decenas de personas para tomarse una foto con ella o simplemente para ver de cerca al personaje que se hizo famoso, luego de aparecer en el programa “Tabú” de National Geographic, y que ostenta el Récord Guinness como la mujer con más modificaciones en el mundo.
Antes de encontrarse con la gente de Mérida accedió a dar una breve entrevista con algunos reporteros; afuera de su camerino esperaba sentada en un sillón, desde donde habló de manera sencilla sobre sus modificaciones y algunos otros aspectos de su vida. 
Un gran dije en forma de murciélago descansaba sobre su pecho. Sus ojos teñidos de rojo, sus modificaciones en cabeza y cuerpo, sus dientes afilados, los tatuajes en el rostro y todo el cuerpo impactan al momento del primer encuentro en vivo. 
Sin embargo, a la hora de hablar es clara y concisa: señala que si buen el mote de la “Mujer vampiro” fue un invento de una televisora, su vida nada tiene que ver con estos aspectos, aunque reconoció que el gótico y el rock le gustan demasiado. Señaló también que los tatuajes en su cuerpo y las modificaciones son mera estética, arte, pero el interior no cambia en cuanto a valores. 
Narró que las modificaciones a su cuerpo comenzaron a los 14 años, cuando se hizo su primer tatuaje, aunque dijo que nunca pensó que se fuera a volver aficionada a los tatuajes y las modificaciones corporales; el segundo tatuaje, expuso, fue a los 18 años y de ahí para adelante. 
—En total tengo 45 implantes en todo el cuerpo y tengo el 96 por ciento de mi cuerpo tatuado, además de que tengo el Récord Guinness como la mujer más modificada del mundo, señaló. 
Mencionó que la última fueron unos implantes que se hizo en la cabeza, ya que antes eran 4 que tenía de cada lado y ahora luce 5 protuberancias que dan la apariencia de cuernos y cerca de dos pequeñas puntas de metal que le salen de la frente. Dijo que se ha hecho otras modificaciones pequeñas y tatuajes de menor tamaño, pero lo más grande son los implantes que mostró.
—¿Cómo te sientes en Mérida, cómo te ha recibido la gente?
—Estoy muy contenta, me da gusto que haya una ciudad tan tranquila y conservadora, lo cual está muy bien porque hay que cuidar los valores, además está muy limpia la ciudad; vengo de Guadalajara y es muy lindo, pero es tan grande que a veces se vuelve un problema y un desorden. 
—¿Vienes con la familia?
—No, vengo con mi manager; la familia tenemos un estudio y los niños van a la escuela, así que tuve venir sola para acá. 
—María José, resulta trillado porque hemos visto decenas de entrevistas sobre estos temas, pero has manifestado ser una madre feliz de 4 hijos, ¿cómo enfrentas esta situación, con las modificaciones de tu cuerpo, frente a una sociedad conservadora, como la de Guadalajara?, expuso el reportero. 
—Afortunadamente los medios nos dejan entrar directamente a las cajitas que están en las casas y he llegado a la gente y les he dado mi versión y mi forma de ver las cosas, también como gente modificada.
Finalmente, esto nada más es una decoración en el cuerpo; hay gente que no le parece, hay otra a la que sí y se respeta pero eso no te cambia el interior. 
Somos personas que tenemos el valor, tenemos también principios y demás, venimos de familias conservadoras y arraigadas y las respetamos. En Guadalajara me ven como una figura ya pública y gracias a ustedes que han entendido que soy una abogada también y que soy una persona que está defendiendo los derechos de las personas. Soy una madre de 4 hijos, afirmó.
—¿Cómo ha sido tu recibimiento en Mérida?
—La gente me ha tratado muy bien; a mí me da muchos gusto que desde el aeropuerto eran señoras las que se me acercaban a pedirme la foto o el autógrafo; me identifico mucho con este sector porque soy una mujer que ha sido abusada y que me he levantado de ahí y he cargado a mis hijos. Estoy poniéndome la camiseta de alto a la violencia doméstica, señaló. 
Destacó el nivel familiar que ha adquirido la Expo en Mérida, pues manifestó que es importante acompañar a los hijos para que no hagan nada a escondidas. 
—Esto no significa que los lleves a hacer un tatuaje, pero sí es importante que conozcan y que se quiten el mito de que los tatuajes son algo malo o que son casa de delincuentes porque es meramente arte, reiteró.
Añadió que el mote de “Mujer vampiro” se lo dio TV Azteca, aunque su vida poco tiene que ver con creencias en vampiros o cosas por el estilo. 
—En realidad yo nunca…me gusta lo gótico y soy rockera de corazón pero no creo mucho en esto de los vampiros, del diablo; yo creo que no va por allá nada lo mío.
Yo siempre dije que me hubieran relacionado con un jaguar o algo más relacionado con mi cultura, pero no me molesta esto de la “mujer vampiro”, pues trascendió mundialmente y les vamos a dar las gracias en todo caso, señaló.
Resaltó que su figura es un llamado de respeto a la diferencia y en lo particular externó que respeta a los que no están de acuerdo con ella, aunque enfatizó que lo que debe prevalecer es el respeto. 
—Yo estoy modificada, pero hay gente que tiene otras preferencias sexuales; hay a quienes les gusta vestirse de rojo y oír mariachi. ¡Vamos!, hay que ser respetuosos en toda la extensión de la palabra, comentó.
Dijo ser una feliz madre de 4 hijos: Silvana de 15 años, Guillermo de 13, Samantha de 12 e Ismael de 11. 
—Mis hijos han vivido en el arte por mucho tiempo y esto de los tatuajes y las perforaciones lo ven muy común y no les llama la atención, pero si en su momento, cuando sean adultos, les llama la atención, les apoyaré, expresó.
Luego de la charla, María José bajó a la zona de la exposición y entre miradas de asombro, admiración, morbosas y una que otra de rechazo, se dirigió al escenario y tomó el micrófono para saludar de forma sencilla y un tanto tímida. La gente había corrido para ganar lugar frente al escenario, pero el mensaje fue breve: un pequeño saludo y una felicitación a los meridanos por tener una ciudad tan limpia. 
Después la gente regresó corriendo al módulo donde unos instantes después llegó la “Mujer vampiro” para ser rodeada por una multitud y ser fotografiada cientos, tal vez miles de veces. 
La VI edición de la Expo Tatuaje Internacional de Mérida fue catalogada por los organizadores como un éxito, pues reunió a cerca de 5 mil personas. También, cientos de personas salieron del evento luciendo tinta sobre su piel.

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