10 de mayo de 2013

BICIMOTOS YUCATAN.- CÓMO CRIAR A UN HIJO EN 10 SENCILLOS PASOS SEGÚN SUSAN SONTAG

La escritora, directora de cine, académica y activista comparte diez sencillos pasos para criar a nuestros hijos; una lista que sin duda vale la pena reflexionar.


Dentro del segundo volumen de sus diarios, Cuando la conciencia es controlada por la carne: diarios y cuadernos 1964-1980 (As Consciousness Is Harnessed to Flesh: Journals and Notebooks, 1964-1980), la escritora de origen estadounidense Susan Sontag nos ofrece 10 consejos para cuidar a nuestros hijos. Sontag conocida por sus fuertes opiniones y por desarrollarse y destacar como mujer en un ámbito masculino, nos revela sus observaciones más personales en cuanto a la crianza de su hijo.

La lista, escrita en 1959, nos ofrece las 10 principales reglas para cuidar de un niño:

  1.     Sean consistentes
  2.     No hablen de él con otros (por ejemplo historias chistosas) mientras que esté presente. No lo hagan sentirse muy consciente de sí mismo
  3.     No lo elogien por hacer algo que no considerarían siempre como bueno
  4.     No lo regañen fuertemente por hacer algo que le permitieron que hiciera
  5.     Rutina diaria: comer, hacer la tarea, baño, dientes, cuarto, cuento y cama
  6.     No permitan que las monopolice cuando estén con otras personas
  7.     Siempre hablen bien de su papá (nada de caras, suspiros o impaciencia)
  8.     No desalienten sus fantasías infantiles
  9.     Hagan que se percate del mundo adulto que lo rodea y que no le incumbe
  10.     No supongan que lo que no les gusta hacer a ustedes (baño, lavarse el cabello) tampoco le gustará a él


Seguir las sugerencias de la lista facilitará las relaciones entre madres e hijos al establecer ciertos límites, de manera que las conversaciones adultas son importantes para los adultos pero los niños no deben involucrarse. Los niños deben jugar, vivir sus fantasías, explorar su mundo por el máximo tiempo posible.

Es el deber de los adultos recordar que la mejor etapa de la vida es la infancia, y como madres y padres es nuestro deber y placer prolongar esa inocencia.

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