Con el aumento de los ciclistas urbanos en las ciudades de América Latina y Europa, crecen los grupos y manifestaciones que solicitan a los gobiernos correspondientes algunas medidas para promover las bicicletas como medio de transporte en la ciudad. Sin embargo, conjuntamente con las personas a favor, crecen -además- aquellas personas que pierden el respeto (y hasta la paciencia) con los ciclistas urbanos. O al menos varios de ellos. Lo cierto es que diversas prácticas que podemos catalogar como imprudentes dañan la imagen que los ciclistas urbanos pretendemos por parte de la sociedad toda.
Por esta razón, a continuación analizaremos los errores más usuales que los ciclistas urbanos cometemos cuando utilizamos las bicicletas como medio de transporte en la ciudad. Errores que, de a poco, deberemos ir corrigiendo. Antes de continuar, una pequeña aclaración: cuanto mejor y más correcta sea nuestra conducta en la vía pública, recibiremos mayor respeto y tendremos -tal vez- oídos predispuestos de mejor manera para escuchar nuestros reclamos. Pero, sobre todas las cosas, corregir estos errores nos beneficiará -sin lugar a dudas- con mejores niveles de seguridad y menores tasas de siniestralidad con ciclistas urbanos involucrados.
1. Los ciclistas urbanos no nos hacemos visibles
Este es uno de los principales errores -o problemas- en materia de seguridad en los que incurrimos los ciclistas urbanos. Utilizar las bicicletas como medio de transporte en la ciudad implica, necesariamente, compartir algunas vías con otros vehículos. Vehículos que, por lo general y lógicamente, poseen un tamaño mayor. Es, en este contexto, que ante cualquier siniestro, nosotros seremos los más perjudicados.
Muchos de los siniestros, y la mayor cantidad de los catalogados como fatales, ocurren cuando el ciclista es atropellado por un automovilista. Y el motivo no es más que el conductor no logró distinguir al ciclista. La solución es fácil y económica: colocar una luz blanca delante, y roja detrás. Esto nos hará visibles e informará la dirección en la que transitamos. También se recomienda utilizar vestimenta clara, preferiblemente con reflectantes. Esto último, incluso en días soleados.
2. Realizar movimientos bruscos
Otro de los errores más usuales que identificamos en los ciclistas urbanos que utilizan las bicicletas como medio de transporte en la ciudad son los movimientos bruscos. Recuerda que en muchos casos compartimos las diferentes vías con otros vehículos. Realizar movimientos bruscos nos expone, por tanto, a sufrir un siniestro que ponga en riesgo nuestra vida.
Además, daña nuestra imagen colectiva.
3. No anunciar los movimientos que haremos
Por otro lado, quienes utilizamos las bicicletas como medio de transporte en la ciudad, no realizamos las señales correspondientes para anunciar diferentes tipos de maniobras. Esto provoca, incluso, accidentes entre ciclistas urbanos. Recuerda que todos los movimientos que realizamos con nuestras bicicletas afectan las decisiones que los demás ciclistas urbanos y conductores toman al dirigir sus vehículos. Deberás ser predecible para protegerte a ti y a los demás. En este sentido, anuncia las frenadas bruscas, los giros, la detención completa, si quieres adelantar a otro vehículo o si quieres cambiar de senda en una misma calle.
4. No respetar las señales de tránsito
Los ciclistas urbanos siempre nos quejamos que no se respetan las señales de tránsito y que muchos vehículos atropellan ciclistas al cruzar con la luz en rojo. Desde luego está mal. Por eso, debemos evitar caer en el error de no respetar las señales de tránsito. Por esta razón, debemos respetar los semáforos, los cruces peatonales, las señales de pare y todas aquellas señales que regulen la circulación de los vehículos. Una conducta responsable en este sentido, no solamente nos expone a sufrir menos accidentes, sino -además- nos permitirá ganarnos el respeto de -al menos- aquellos conductores que se han detenido junto con nosotros en los semáforos. Haz la prueba. Si te detienes en un semáforo en rojo, el conductor del vehículo parado junto a ti se tomará todos los recaudos para no chocarte al adelantarte. Lo que no sucede cuando decides cruzar con rojo de todas maneras.
5. Los ciclistas urbanos circulamos contra el tránsito
Este es otro error que los ciclistas urbanos cometemos por simple comodidad u holgazanes. Circular contra el tránsito nos expone de sobremanera a ser víctimas de siniestros. Y lo peor de todo es que llevamos toda la culpa. Esto es, seremos responsables de pagar los daños.
6. Circular por las aceras o veredas
En muchas oportunidades, los ciclistas urbanos reclamamos que los peatones utilizan las ciclovías y se interponen de forma peligrosa en nuestro camino. Sin embargo, no nos preocupa circular por las aceras o veredas de las ciudades. Ello no solamente daña nuestra imagen frente a la sociedad toda, sino que -además- aumenta las posibilidades de dañar a un peatón provocando, incluso, lesiones de consideración si la persona es de edad avanzada o niño.
7. No utilizar el casco
Todos sabemos que utilizar el caso es una medida de seguridad importante. Sin embargo, su uso no está extendido entre todos los ciclistas urbanos. El uso del casco no solamente nos protege en un siniestro sino que, en algunos casos, nos puede permitir ganar el respeto de los automovilistas. Sin embargo, en este punto, creemos que utilizar el casco debe ser una decisión personal del ciclista urbano y no una obligación legal; como se propone en diferentes países.
8. Desconocimiento de las normas que regulan el uso de las bicicletas como medio de transporte en la ciudad
Este error es importante. Pero no es responsabilidad única de los ciclistas urbanos. Falta educación para todos los actores del tránsito urbano. Y esta falta de educación y de campañas que promuevan un tránsito más seguro para todos, genera que ni los ciclistas, ni los demás conductores o peatones, conozcan cabalmente todas y cada una de las normas que regulan la circulación y tránsito de vehículos y personas.
9. No comprender que tenemos derechos, mas también obligaciones
Este es, en muchos casos, el error que afecta de mayor manera la imagen de los ciclistas urbanos. Se trata del constante reclamo por los derechos. Sin embargo, los reclamos -en muchos casos- desconocen las obligaciones que debemos cumplir los ciclistas urbanos. Si utilizamos las bicicletas como medio de transporte en la ciudad, debemos comprender y asimilar que, al igual que un automóvil, motocicleta o bus, también debemos dar cumplimiento a ordenanzas y normativa de tránsito.
Visto en | Ciclomag
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