Polémico descubrimiento en el ciclismo profesional internacional: cámaras térmicas revelaron varios motores integrados en las bicicletas de siete profesionales. El tema del dopaje mecánico en el ciclismo está en ebullición. Actuaciones sospechosas en los últimos años han hecho saltar las alarmas de la presencia de posibles motores eléctricos integrados en las bicicletas, que darían a algunos ciclistas potencia extra para batir al resto.
Se lleva hablando muchos años sobre estos motores o ayudas, cuyo efecto pudo parecer más claro en momentos concretos durante la retransmisión por televisión de competiciones. Por ejemplo, con el acelerón que metió Cancellara en 2010 o el extraño movimiento de la rueda trasera de Hesjedal tras caerse en La Vuelta a España 2014. Ahora, gracias a la ciencia y la tecnología, una nueva investigación con cámaras térmicas muestra motores en bicicletas profesionales al servicio de la alta competición internacional.
Los motores integrados en bicicletas existen y el pasado mes de enero se confirmó el primer caso: la UCI detectó un motor eléctrico en la bicicleta de Femke Van den Driessche, durante el Campeonato del Mundo de ciclocross sub23. Así quedó confirmado el primer caso de dopaje tecnológico de la historia del ciclismo: un motor en una bicicleta del Mundial Sub23 de Ciclocross.
La UCI (Unión Ciclista Internacional) dice haber endurecido los controles. Pero en las redes sociales circulan reportajes que muestran imágenes térmicas de hasta siete ciclistas profesionales utilizando motores integrados en el cuadro y ruedas magnéticas.
El medio italiano Corriere della Sera y la televisión francesa Stade2 han llevado a cabo una investigación, utilizando cámaras térmicas durante dos carreras ciclistas profesionales que se celebraron en Italia, la Strade Bianche y la Coppi e Bartali. El reportaje muestra claramente cómo la temperatura del pedalier y esa zona del cuadro de algunos ciclistas es elevada, y según los expertos ese calor sólo podría ser generado por un motor eléctrico.
Además, también hay capturas térmicas de bicicletas con una temperatura elevada en las ruedas traseras, indicando que podrían montar algún conjunto de imanes y bobinas para ganar potencia con un sistema electromagnético.
En total, hasta siete ciclistas profesionales habrían utilizado, supuestamente, algún sistema para ganar potencia extra. Los motores eléctricos ocultos para bicicletas existen, hay marcas que los comercializan y, en concreto, en el reportaje hablando con Alessandro Bartoli, dueño de una de estas compañías que instalan los motores en los tubos verticales de hasta 250 vatios de potencia a un precio de 10.000€.
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