Kinchil, Yucatán; 3 de octubre de 2018 (ACOM).- Cuatro jóvenes de este municipio y un teticeño pertenecientes al grupo de peregrinos “Mensajeros de Lupita”, partieron desde el pasado lunes a bordo de sus bicicletas para cumplir su manda a la Virgen de Guadalupe de recorrer todo el país y regresar a casa el próximo 12 de diciembre.
Aunque de consumar su meta estarían haciendo historia en esta región al convertirse en los primeros antorchistas en realizar una travesía tan larga.
Se trata de Guillermo Alejandro Pool Alonzo de 21 años, Fernando José Cab Castro de 19; José Eduardo Pech Balam de 24, Erik Eduardo Castro Canté de 20 así como Francisco Ángel Canché Puc de 18, este último, vecino de Tetiz.
Los “corredores” por María tienen un itinerario ya trazado. En 18 días esperan llegar a Juquila, Oaxaca, y de ahí enfilarse hasta Plateros, Zacatecas.
El otro punto sería visitar el Cristo Roto de Aguascalientes; después buscarán llegar a San Juan de los Lagos, Jalisco y bajar hacia Chalma, Estado de México.
Esperan llegar a mediados de noviembre a la Basílica de Guadalupe en la CDMX, y retornar hacia Yucatán. De regreso, harán diferentes escalas.
Son dos meses y 12 días, en los cuales el líder del grupo, Castro Canté, se preparó desde hace un año y convenció a sus amigos para cumplir juntos este sueño con dedicatoria a la Morenita del Tepeyac.
A pesar de que no es la primera vez que ha recorrido cientos de kilómetros en bici, el cabecilla guadalupano añadió que este será su último largo recorrido, depositando su confianza en Dios y en la virgencita de que todo saldrá bien.
Los familiares y conocidos, quienes salieron a despedir frente a la iglesia con voladores a los muchachos, les brindaron fuertes abrazos, ánimos y hasta aplausos.
José Eduardo dijo que su cumpleaños es el próximo 20 de noviembre y recordó que hace un año, cuando fueron a la Ciudad de México en esas fechas, como festejo solo un pollito asado comieron.
“En este difícil viaje no sabemos cómo nos irá, pues mis compañeros solo llevan lo necesario y muy poco dinero”, abundó.
Por su parte Fernando comentó que se coordinaron para llevar artículos que les servirán en la travesía, como herramientas, recámaras, bomba y parches para las llantas de sus bicis, así como los cargadores de las luces leds, un botiquín de primeros auxilios, entro otros.
“Tratamos de ir lo más livianos para no tener tanto peso en nuestras naves, que a la larga perjudicaría a nuestra salud” aseguró.
Dos de los guadalupanos se dedican a la albañilería, uno es panadero y el otro mototaxista; mientras el teticeño tuvo que darse de baja en la granja de Crío donde laboraba como obrero.
Tras hacer sus oraciones, se despidieron con sus características porras con dedicatoria a la Emperatriz de América que estaba en el atrio de la parroquia.
Montando sus respectivas bicicletas discretamente adornadas y con reflejantes, se van con la fe y esperanza de volver a su lugar de origen, bajo el manto protector de la virgencita.
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