El ciclismo trabaja el sistema cardiovascular y aumenta el metabolismo. Siempre que pedalees a una intensidad adecuada, claro. “Los ciclistas principiantes suelen cometer el error de ir muy rápido. Se sientan en el sillín y van a todo gas, es lo que la gente piensa que hay que hacer. Pero no es el enfoque correcto si quieres mejorar tu salud a largo plazo. Escoger la intensidad y la duración adecuadas es muy importante”.
Podemos hacer varios tipos de series en intensidad, duración, tiempo de reposo..., si lo que buscamos es mejorar a nivel cardio, hay unas más recomendadas
Sean como sean nuestras pulsaciones en reposo (hay un amplio espectro dentro de la “normalidad”), si percibimos que nos suben muy rápido en cuanto montamos en bici, simplemente se trata de un indicador de que nuestra condición aeróbica no está muy desarrollada.
En este caso, no obstante, nuestro objetivo de entrenamiento no debe basarse en fijarte en cómo nos suben las pulsaciones, ya que no es un criterio muy objetivo. Es mejor que nos fijemos, por ejemplo, en el tiempo que tardamos en subir una cuesta que sea habitual en nuestros recorridos. En cuanto seamos un poco constantes en el entrenamiento y logremos entrenar al menos 6 ó 7 horas a la semana durante al menos 5 ó 6 semanas veremos como yendo a la misma velocidad las pulsaciones irán bajando.
En cuanto llevemos 3 ó 4 semanas entrenando con cierta continuidad y a esa intensidad de fondo (70-75%), mi consejo es que introduzcamos algunas series para aprovechar mejor el tiempo. En este sentido, las series que producen unas mayores adaptaciones a nivel cardiaco son las que se realizan claramente por encima del umbral anaeróbico, es decir, en las que terminamos en torno al 95% de la FC máxima. Estas series son de 3-5 minutos, mejor en subidas duras. Y con recuperaciones equivalentes a la duración de las series.
Texto de Yago Alcalde | Imagen de Internet
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