29 de octubre de 2011

Muertos Olvidados | Historias Reales

De cuando en cuando aparecen en los diarios del mundo historias de personas que mueren en su casa sin que nadie se entere. Esto podría no tener nada de especial, de no ser porque las circunstancias de algunos hacen que parezcan por demás increíbles. Mas aún, a veces no estaban solos y sus familiares o no le tomaron importancia o ni siquiera se dieron cuenta.


UNA MUJER Y SU HIJO
Uno de los hallazgos mas recientes tuvo lugar , a principios de agosto de este 2009, cuando hallaron los cuerpos de un hombre y su madre fallecidos, al parecer cinco años antes. Sucedió en Jette, una comunidad de Bélgica, de unos 43 mil habitantes. El descubrimiento ocurrió porque el hijo era requerido por un juez para tratar el asunto de la herencia de su padre.

“El juez responsable del informe de sucesión relativo a la muerte del padre de la familia descubrió la macabra escena el pasado miércoles, cuando en el marco de sus tareas decidió visitar la vivienda”. Dado que no recibía respuesta, decidió pedir el apoyo de la Policía, que al ingresar encontró los cadáveres de  Giovana Muzati, una mujer de 80 años y su hijo Umberto Lucano, de 49.

El diario La Dereniére Heure, primero en dar la noticia, señalaba que de acuerdo al testimonio de una vecina, “durante todos estos años nadie se preocupo por el paradero de la anciana y de su hijo, salvo el jefe de este último que se presentó en la casa hace unos meses” y eso porque Lucano le debía dinero, aclaró la señora. Muzati estaba en el suelo de uno de los dormitorios, justo al lado de la cama donde estaba echado el cuerpo de su único hijo, Umberto Lucano.

Acorde a las investigaciones que se derivaron del hallazgo, las muertes pudieron haber ocurrido el verano de 2004. O al menos eso es lo que se indicó en base al estado de los cuerpos y a algunos indicios hallados en la casa, como los calendarios, la fecha de la correspondencia y la comida.

Más sorprendente resulto el hecho de que las autoridades no hubieran detectado nada, pese a la insistencia de una vecina, que había llamado varias veces a la Policía para decir que tenía tiempo que no veía a la familia. Sin embargo, contó la propia vecina. El único agente que acudió se limitó a tocar y no entró a la vivienda.

Cuando el periódico de esa localidad cuestionó a las autoridades, estas se defendieron alegando que como las puertas y ventanas de la vivienda estaban intactas – no había vidrios rotos, cerraduras forzadas, ni nada que hiciera sospechar que algo extraño estaba sucediendo-, pensaron que la madre y su hijo habían regresado a Italia, su país de origen.


POR UNA GOTERA
Rastros de humedad en el departamento de abajo fue lo que permitió el hallazgo de un cadáver de un hombre que llevaba más de dos años muerto. “había humedades en el octavo piso, debajo de la vivienda del fallecido, y al no saber nada de éste solicitaron permiso por escrito a su hermano para acceder a la vivienda”, relata un artículo en un medio español.

Juan Manuel Casado llevaba dos años muerto en su departamento de La Coruña, España. Nadie sabia de él desde el entierro de su hermana, ni siquiera su familia, pero como la renta estaba al corriente, todos pensaron que se habría ido a otro lugar.

Mas increíble aún es el hecho de que entraron a su casa y al verlo recostado en la cama pensaron que dormía. Ni siquiera el olor fétido que desprendía el cuerpo los alerto. Carlos Correa, presidente del comité de vecinos del edificio, dijo que pensó que el olor que había en la casa procedía de comida en mal estado. “Al abrir la puerta había olor y pensé que sería la comida descompuesta o algo”, Señalo. Casado tenía su departamento en el noveno piso, lugar al que acudió un cerrajero “para entrar en el domicilio y cambiar la cerradura, con el fin de que el hermano de José Manuel tuviera unas llaves por si había otros problemas”.

Correa entró junto con el cerrajero y aprovechó para subir las persianas. “Cuando entré en la habitación le vi los pies y pensé que estaba durmiendo”, dijo Correa.

“Baje a casa por algunas linternas y le vi muerto en la cama con una mano en el pecho y la otra más abajo… estaba en la cama muerto, negro, negro; tenía el pantalón y una camisa puesta” . Al parecer tenía dinero en una cuenta de la que automáticamente se descontaba el dinero de la renta, por lo que nunca fueron a buscarlo.


LLEVABA DOS AÑOS CON CADAVER
En febrero de 2004, la policía británica recibió una llamada . Herbert Silver, un jubilado británico de 72 años, estaba avisando que su hermano George, de 75, había fallecido en la casa rodante que compartían en Blissford (al sur de Inglaterra).

Cuando llegaron los agentes, se llevaron la sorpresa de su vida, pues cuando acudieron a dar fe del cadáver se encontraron con que lo único que quedaba de George era su esqueleto.
Había muerto hacía 18 meses.

“Admito que no fui a su habitación por unas pocas horas, unos pocos días…en realidad, por bastante rato” declaró Herbert al periódico Daily Telegraph. Herbert pasó dos navidades y un verano, especialmente caluroso, sin extrañarse de que su hermano no saliera del dormitorio.

Según dijo, le pareció un poco raro que su hermano no saliera de su habitación, pero “le gustaba encerrarse en sí mismo y, siendo honesto, a mí también” dijo.

DALE DE COMER AL ABUELO
Una pareja de Clark, New Jersey, fue detenida luego de que la policía descubriera que obligaban a su hija adoptiva, de 13 años. A llevarle comida al cadáver de su abuelo. “la niña tenia que darle de cenar todos los días al cuerpo del abuelo (en proceso de descomposición) que había fallecido hacia unos meses en su dormitorio de la segunda planta”,

El adulto mayor, de 82 años, había muerto, pero evidentemente ninguno de los adultos lo visitaba ni se preocupaba por cómo estuviera. Las autoridades acudieron a la vivienda por la denuncia de los vecinos que se quejaban del hedor que provenía de la casa.

Pero si un olor tan penetrante salía del lugar, parece poco probable que no se hubieran dado cuenta de lo que pasaba. Se dice que la menor, por su parte, revolvía la comida en el plato para que pareciera que el abuelo había comido.


FRENTE AL TELEVISOR 42 AÑOS
En mayo de 2008, otra noticia insólita fue publicada en los periódicos: Una mujer croata estuvo muerta frente al televisor durante 42 años. Cuando los oficiales entraron a la vivienda de Hedviga Golik fue como entrar a un lugar congelado en el tiempo.

“El apartamento estaba lleno de cosas que nadie había visto en décadas. Nada fue perturbando por 42 años” dijeron a un medio.

En realidad hallaron mucho más que objetos viejos. Se encontraron con el cadáver de una mujer que murió sentada frente a su televisor. Justo encima de una mesita que tenía al frente hallaron una taza de té, que al parecer no alcanzó a tomarse.

El descubrimiento fue hecho en la ciudad de Zagreb, capital de Croacia, donde los habitantes simplemente no se explicaban cómo habían pasado tantos años sin que nadie lo detectara. Hedviga Golik nació en 1924 y tenia otros 42 cuando falleció. Lo más extraño es que al parecer se levanto una denuncia por desaparición en el tiempo en el que los vecinos dejaron de verla, pero la policía fue incapaz de indagar primero en el apartamento de la señora.

“Los vecinos del lugar recordaron que Golik era muy tranquila y que no se volvió a saber más de ella desde 1966 cuando muchos pensaban que se había mudado para vivir con sus parientes. Sin embargo, el carácter reservado e la mujer hizo que nadie indagara sobre su verdadera situación hasta 42 años después”, Lo que tampoco queda claro es si alguien seguía pagando los servicios, aunque de no ser así, seguramente tanto el agua como la luz fueron cortados, pero su dueña no protesto.

Las autoridades estaban tratando de averiguar a quién pertenecía el apartamento cuando realizaron el hallazgo. Uno de los artículos añade que además se encontraron unos 300 kilos de correspondencia de sobres que habían sido arrojados hacia el interior del apartamento a través de la ranura para correo que había en la puerta.

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