En sus bicicletas sólo se observan las torretas e imágenes de la virgen de Guadalupe. La peregrinación que salió desde Lepan, Tecoh en Yucatán hace unos días, logró su encomienda y llegó al Santuario de la Virgen Morena en Villahermosa, Tabasco.
Ángel Rojas Molina, Juan Cupil Pech, José Camal Euam y Emilio Manuel Quetzal Pool son los jóvenes que por décimo año consecutivo, abandonaron su ciudad natal para cumplir su manda, que consiste en visitar una parroquia distinta cada año.
Ya tuvieron oportunidad de visitar el santuario de la virgen en Tizimin, Izamal, Progreso y Río Lagartos en Yucatán, así como Ciudad del Carmen, Campeche y este año lograron llegar hasta la ciudad de Villahermosa.
La meta es continuar este tipo de recorridos por las iglesias en honor a la guadalupana, hasta que puedan llegar a la Basílica, en la Ciudad de México.
En su travesía no pueden llevar más que las prendas que traen puestas, lámparas, refacciones, artículos de aseo personal y una batería para que prenda el foco con el que se hacen ver durante su trayecto en carretera.
A decir de Ángel Rojas, las dificultades son muchas, pero sólo la fe los ha ayudado a lograr esta meta año con año.
Sostuvo que en los tramos federales algunos conductores los saludan y los acompañan, pero otros más no tienen el mínimo respeto y en ocasiones han estado a punto de sufrir accidentes por la imprudencia de otros.
"Hay algunos que no nos bajan sus luces en las cuervas y nos perjudica un poco porque perdemos la noción del camino", externó el joven, quien destacó que a pesar de este tipo de situaciones, la llegada al santuario guadalupano les da la alegría suficiente para continuar con este acto de fe.
"Año con año buscamos conocer más iglesias, alejarnos cada vez un poco más de nuestro pueblo y poco a poco esperamos avanzar hasta irnos directo a la Basílica de Guadalupe", recalcó.
Recordó que la virgen les ha hecho varios milagros en sus familias y por eso el grupo de 4 jóvenes no desiste en su esfuerzo para hacer esta peregrinación.
Los muchachos se dijeron contentos por la recepción que tuvieron en el santuario ubicado en la colonia Primero de Mayo, donde les dieron un espacio para descansar y alimentos.
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