Cualquier urbe del mundo que no tome en cuenta a la bicicleta como alternativa al auto y al transporte público, será una ciudad de colapse y que se sature, consideró Federico Sauri Molina, director de Desarrollo Urbano.
Mérida no es la excepción, opinó el funcionario. Para la ciudad es necesario incentivar la movilidad en dos ruedas y pedales, para lo que ve una opción un programa de préstamo gratuito de bicicletas.
La opción para el Ayuntamiento es fomentar su uso en zonas como el centro histórico, usualmente para distancias cortas. Para la ciudad se contemplan prácticas exitosas como el préstamo gratuito de estos vehículos.
“Podríamos buscar de alguna forma que se pudiera replicar a la escala adecuada en la ciudad de Mérida, siempre y cuando las condiciones lo permitieran”
Existen algunos fraccionamientos en la ciudad que contemplan a la bicicleta como forma de transporte adecuando ciclovías, indicó Sauri Molina. Con ellos, dijo, el Ayuntamiento podría comenzar a pensar la ciudad enfocándose en ciudadanos ciclistas.
La limitante que él encuentra en Mérida, que no hay en otras ciudades, es el clima.
“En otra ciudad te subes a una bicicleta y andas dos, tres kilómetros, pero aquí tenemos un clima distinto”, concluyó.
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