En un principio, los diferentes antecesores de la hoy llamada bicicleta, no eran sino atracciones de feria e inventos casi inútiles para el deleite de los curiosos.
Hasta la aparición de la primera bicicleta, propiamente dicho, de entres sus predecesores podemos constatar la draisina y el volocípedo.
En este esquema podemos ver la evolución del invento desde sus comienzos hasta la actualidad.
La mujer y la bicicleta
La bicicleta siempre ha tenido la doble vertiente de instrumento para el transporte y el deporte.
La forma del cuadro en diamante se ha mantenido prácticamente exacta desde el principio.
Cuando la mujer se quiso acercar al nuevo invento surgió un problema con su falda y la barra horizontal del cuadro.
Surgieron entonces los primeros modelos específicos para el público femenino, caracterizados por una barra superior curvada y unas protecciones para los radios de la rueda trasera, con el fin de que el vestido no se enganchara con ellos, tal y como puede apreciarse en la foto.
Últimamente la tendencia ha cambiado ligeramente, pero en las últimas décadas, el uso de la bicicleta es principalmente deportivo.
Las mujeres ya no usan falda, así que ya no hay necesidad de que la barra horizontal sea curva, y mucho menos las protecciones de la rueda trasera.
Sin embargo la famosa barra en S se ha mantenido a lo largo de los años, como forma identificativa de la feminidad.
Dejando a un lado la cuestión de la barra, no hay duda de que el cuerpo femenino es diferente al masculino.
En algunos aspectos resulta muy obvio, en otros no tanto.
Razones para mantener diferencias en las bicicletas
Para hacer una comparativa entre ambos tipos de máquinas, vamos a distinguir entre las diferencias geométricas del cuadro, y las del resto de componentes.
Para conducir una bicicleta de forma cómoda y evitar que con el paso del tiempo y los kilómetros no se convierta en una tortura, es fundamental que la bicicleta esté adaptada correctamente al ciclista.
Así que teniendo en cuenta esta premisa, la pregunta que surge es: ¿Una bicicleta para mujer es igual que una para hombre pero más pequeña?
Definitivamente no. Entre ambos sexos hay diferencias de proporciones, de fuerza física y de conducción.
Hay mujeres que han abandonado la práctica del ciclismo por no encontrar una bicicleta que se adaptara adecuadamente a su físico.
Sé que es un terreno resbaladizo cuando nos ponemos a revisar diferencias entre los sexos, pero aún a riesgo de salir mal parado, vamos a tratar de analizarlas. Soy consciente de que siempre hay excepciones que confirman la regla. En ese caso hay una industria que hace las bicicletas a medida, único modo de no errar en la elección de la máquina.
Diferencias físicas entre ambos sexos.
El tronco femenino muestra un tórax más estrecho y más corto
A igualdad de altura entre hombre y mujer, las mujeres tienen las piernas más largas
Una mujer, aún a igualdad de tamaño, hará menos fuerza
El cuello de la mujer es más largo
Por lo general, las mujeres tienen las manos más pequeñas
Los huesos de la pelvis que apoyan en el sillín están más separados en la mujer, al ser la pelvis más ancha.
El hueso sacro está mucho más cerca de la horizontal y el ángulo sacro-lumbar es mucho más pequeño en la mujer que en el hombre.
Esquema con los huesos pélvicos
Esquema comparativo entre pelvis femenina y masculina
En estas viñetas podemos ver gráficamente las dos pelvis y la razón de la diferencia entre bicicleta de mujer y hombre.
Y sus consecuencias en el diseño de una bicicleta: distinta geometría(entre paréntesis la razón fisiológica que provoca la característica técnica)
Manillares más estrechos que tienen en cuenta la diferencia del tamaño del torax
Cuadros, tubo de dirección y potencia más cortos por la misma razón que el caso anterior
Sillines específicos para tener en cuenta especificidad de isquiones y sacro de la cadera
Manetas de cambio y freno más cerca del manillar para adaptarse a unas manos más pequeñas
Tubo horizontal con más caída, para que haya más libertad de movimientos y facilidad para montar y desmontar
Los tubos, ya sean de aluminio o de fibra de carbono, más finos que los de la gama masculina. Una mujer no necesita tanta rigidez como un hombre (4)
Horquillas y amortiguadores preparados para el peso de la mujer de forma que alcancen todo su recorrido. Eso exige que sea de elastómeros, ya que en impactos a poca velocidad reaccionan muy bien , o muy buenas horquillas sensibles y adaptables a base de muelle helicoidal o aire
Razones para NO mantener diferencias en las bicicletas
Coma toda tesis, también existe la antítesis.
Hay otra corriente de opinión que piensa que todas estas diferencias son ridículas y que se mantienen por cuestiones comerciales, para mantener dos mercados donde en realidad sólo debiera haber uno. Basada en nociones anticuadas que ya no afectan a nuestro sistema social contemporáneo.
No hay ninguna razón por la que una mujer no pueda montar sobre un cuadro tradicional. Por qué un hombre no podría montar en uno curvado o de paso a través.
En años recientes, muchos fabricantes de bicicletas han salido con diseños específicos de las mujeres, que ofrecen diferencias sutiles que para nada son importantes.
Conclusión
Lamentablemente en esta ocasión no puedo dar una opinión personal en pro o contra sobre la diferencia entre bicicleta de mujer y hombre por razones obvias.
Pienso que las diferencias son sutiles, y la cuestión del tubo superior curvado una práctica obsoleta.
Pero también es cierto que no es lo mismo usar la bicicleta para un paseo de media hora, que para hacer una salida por un terreno exigente que nos lleve tres horas.
Debo suponer que una pequeña “molestia” con el tiempo se hace insoportable, y lo que en un principio pueda parecer algo mínimo, con el paso del tiempo y los kilómetros no lo es.
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