19 de julio de 2013

BICIMOTOS YUCATAN.- Los pies vendados de las chinas.


Cuenta la leyenda que data del siglo X, que: una cortesana del palacio imperial, famosa por su belleza y su talento al bailar, recibió la orden de preparar una danza para deleite del emperador Tang Li Yu. Se mandó a construir para ella un piso hecho de lotos de oro donde pudiera ejecutar su danza. Se le adornó el cuerpo con las más esplendorosas joyas y se le vendaron los pies imitando la forma de la media luna. Queriendo imitar su belleza, todas las mujeres de la corte y del resto del imperio vendaron sus pies y los de sus hijas.

Esta práctica ha estado vigente por al menos 2.000 años. El proceso de vendaje empezaba cuando las niñas tenían entre 4 y 6 años, y era realizado por la madre. Los pies eran puestos a remojo en agua con algunas hierbas, para eliminar restos de piel muerta, y las uñas se cortaban tanto como era posible. No superar los siete centímetros de pies era lo establecido. Después de un masaje, los 4 dedos más pequeños se rompían. Luego, se vendaban con seda o algodón empapado en líquido, apretando los dedos contra el talón.

Cada dos días se retiraba el vendaje y se volvía a realizar. El proceso duraba dos años. Para entonces, los pies medían sólo unos diez centímetros. Las únicas partes en contacto con el suelo eran su calloso talón y el dedo gordo. Aunque parezca increíble, estos pies fueron por cerca de un milenio el más oculto tesoro de las mujeres chinas y el más soñado placer de sus hombres. Para que los pies se convirtiesen en una obra de arte y en objeto de deseo, debían medir sólo siete centímetros y reunir las siguientes características: ser delgados, pequeños, puntiagudos, arqueados, perfumados, suaves y simétricos.

En imagen, podemos apreciar la comparación de un pie vendado con respecto a uno en condiciones normales, la radiografía del pie de una mujer china, los zapatos que usan las mujeres con los pies vendados y como luce un pie sin vendas. ¿Qué les parece?

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