La bicicleta es mucho más que un simple juguete, es un vehículo. Como tal, es importante conocer los derechos (y obligaciones) que tienen los ciclistas, y uno de ellos, nos guste o no, es el de ocupar el carril completo de la vía.
Así lo indica el artículo 17 del Reglamento de Tránsito, el cual especifica que el carril que tienen que ocupar es el de extrema derecha y que en caso de que la calle sea de una sola vía, la preferencia será para los vehículos no motorizados.
Por si esto fuera poco, dicho artículo señala que en caso de no respetar esta regla (y poner en peligro a los ciclistas) se aplicará a los automovilistas una multa de entre 10 y 20 Unidades de Cuenta de la Ciudad de México (entre 806 y 1,612 pesos).
Esta medida puede molestar a muchos automovilistas. Sin embargo, esta disposición no es un capricho de un grupo de "personas que se creen de hule", es una norma que literalmente salva vidas.
Areli Carreón, la primera alcaldesa de la bicicleta en la Ciudad de México, dice para Economía Hoy que una de las principales razones de la existencia de esta regla es la de establecer contacto visual entre los ciclistas y automovilistas y así, evitar accidentes que puedan ser fatales.
"Al ocupar esa posición eres totalmente visible y evitas rebases a alta velocidad", señala y recomienda a los ciclistas circular en el espacio que ocupan las llantas derechas de los vehículos.
A pesar de esto, la activista y fundadora de la organización civil Bicitekas, aconseja a las personas que se transportan en bicicleta circular cerca de la guarnición de la banqueta si no hay automóviles estacionados u otros obstáculos que puedan poner en riesgo a los ciclistas.
Asimismo, pide evitar conflictos con automovilistas y rehuir las confrontaciones, pues los ciclistas siempre estarán en desventaja.
"Lo ideal es hacer contacto visual y sonreír, esa conexión persona a persona puede relajar la tensión. (Sin embargo), si le ves cara o actitud peligrosa, es mejor ponerte a salvo y evitar un mal rato", comenta.
Otras ventajas de utilizar todo el carril
Los ciclistas no sólo tienen que lidiar con los automovilistas que los rebasan a menos de 1.5 metros (que es la distancia establecida en el Reglamento de Tránsito), también lo hacen con los vehículos estacionados.
Otra de las ventajas de circular por el centro del carril, es evitar los famosos portazos, que es una de las principales causas de accidentes en ciclistas.
Los portazos suceden cuando se circula muy cerca de autos estacionados al lado derecho de la calle y el pasajero de automóvil abre la puerta sin fijarse e impacta en la humanidad del ciclista, lo que puede provocar que (además del golpe) los ciclistas caigan a mitad de la calle y otro automóvil pueda arrollarlo.
Asimismo, circulando por el centro del carril los ciclistas evitan pasar por coladeras que pueden estar abiertas o por restos de basura que puedan afectar sus llantas.
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