21 de noviembre de 2018

Cómo superar el miedo a la moto


Tener miedo a ir en moto no es tan raro. La velocidad, la inclinación y la sensación de ir en el aire comparado a ir en un automóvil hacen que la primera vez pueda convertirse en una sensación extraña o incluso de inseguridad para muchos, y que llegue a causar miedo.

Hay quienes por una razón o por otra, a pesar de sentir cierto temor hacia las motos, siguen estando atraídos por ellas y con ganas de disfrutar de este vehículo de dos ruedas.

El miedo entonces se convierte en el enemigo que les impide hacer algo que realmente sí quieren hacer. 

Quiero conducir y manejar una moto pero me da miedo
A veces hay cosas que nos gustaría hacer pero que no hacemos porque nos da miedo, o porque pensamos que quizá no seamos capaces de hacerlas. Montar en moto puede ser una de ellas.

En muchos casos puede que una moto sea la solución que muchos necesitan, como medio de transporte rápido y ligero en su día a día o, por qué no, como una manera atractiva y divertida de disfrutar de las carreteras. El miedo por una razón o por otra se convierte a veces en una frustración de "quiero pero no puedo".

- Empieza poco a poco
Antes de empezar tienes que tener muy claro cómo hacerlo, cómo empezar en moto desde cero. Es fundamental que lo hagas con buen pie, con seguridad y con confianza. Empezar poco a poco, con motos de iniciación o pequeños scooters de fácil acceso.

- Cursos de iniciación
Hay quien en ocasiones llega a obtener la licencia de circulación de moto pero no por ello deja de tenerle miedo. Si es tu caso, si estás capacitado para conducir una moto pero no acabas de tenerlas todas contigo, lo mejor que es que contemples la posibilidad de realizar algún curso de iniciación o refuerzo.

Que un grupo de profesionales te explique cómo circular en moto, tanto en la teoría como en la práctica, puede ser de gran ayuda. Practicar en circuitos cerrados, o en compañía de monitores que te pueden aconsejar en todo momento, reforzará sin duda tu confianza.

Quiero ir de pasajero en una moto pero me da miedo
A veces por necesidad, si por ejemplo alguien te puede llevar a trabajar cada día en moto, o a veces porque es la manera de compartir con otra persona bonitos viajes y escapadas en moto, el caso es que piensas que ojalá no te diese miedo que te lleven de pasajero en moto.

Antes de subirte de acompañante en una moto, te dé miedo o no, lo primero que has de hacer es leer cómo se ha de comportar un pasajero en moto. Así te será más fácil hacerlo bien desde el primer momento y te subirás en la moto sabiendo que haces lo correcto, eso te hará ganar confianza.

- Una moto apropiada para empezar como pasajero
La confianza del pasajero, tanto consigo mismo como con el piloto, es fundamental para que no haya miedo posible.

El tipo de moto influye indudablemente en que el pasajero se sienta más o menos seguro. Cuanto mayor sea la sensación de ir en el aire más difícil lo tendrá el acompañante, por eso una moto deportiva, con un pequeño y elevado asiento separado del piloto, en una posición inclinada y sin asas donde poder aferrarse, es lo menos recomendable para que un pasajero olvide su miedo.

Sin embargo, una moto turismo, donde el acompañante va cómodamente sentado, bien acoplado a la moto y con unas buenas asas donde agarrarse para sentirse seguro, transmitirá mayor confianza.

- El pasajero sobre la moto 
Un pasajero que se sienta demasiado pegado al piloto se queda sin margen para moverse en caso de necesidad. Por ejemplo, ha de evitar la sensación de desequilibrio, y eso a veces sucede cuando el cuerpo se va demasiado hacia atrás. Sentándose lo suficientemente retrasado como para poder inclinar el cuerpo hacia delante sin llegar a tocar al piloto es una buena forma de solucionarlo.

A veces el pasajero tiene miedo de resultar molesto para el piloto y se agobia pensando si su compañía se está convirtiendo en una carga para quien conduce. Aferrarse a las asas de la moto ayuda mucho en bajadas y en frenadas, así ese desasosiego es mucho menor.

Sentirse más unido a la moto se consigue en gran medida gracias a las piernas. Apretando las rodillas se controlan mejor los movimientos, en contacto muchas veces con el piloto, pero así la sensación de seguridad es mayor.

- La labor del piloto
De la actitud y el buen hacer del piloto dependerá también en gran medida que el pasajero no pase miedo. Si quien está a los mandos de la moto no se gana la confianza de su acompañante pronto se verá pilotando su moto en solitario.

Como siempre, lo mejor es empezar poco a poco, con un ritmo muy tranquilo y muy suave, sin inclinar demasiado en las curvas para que no haya sensación de inestabilidad, y por supuesto sin intentar nunca demostrar lo buen piloto que se es porque "se sabe ir rápido". Todo lo contrario, ese sería el primer error.

El piloto debe explicar al pasajero las sensaciones que una moto transmite antes de iniciar la marcha, para que al acompañante nada le pille desprevenido y sepa qué esperar en cada momento. "Esto es normal, esto es lo que me han explicado antes" transmite tranquilidad cuando se vive por primera vez algo que nunca se ha experimentado.

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