Uno de los principales sitios arqueológicos de la península de Yucatán (y de todo México) es Chichen Itzá, ciudad prehispánica que, a la llegada de los colonizadores, era un centro de culto y peregrinaciones respetado en toda la península y, hoy en día, es un Centro Sagrado para los mayas, cuya herencia sigue viva en sus construcciones, las cuales crean un encanto único y roban el aliento de quienes están ante ellas.
Conoce algunos datos curiosos de esta urbe precolombina que sigue imponiéndose como una de las más bellas del mundo:
Su nombre viene de las palabras mayas “chi” (boca), “Che’en” (pozo), “Itz” (mago o brujo) y “Há” (agua). Uniendo estas palabras se obtiene “la boca del pozo de los brujos del agua“, lo cual hace alusión al Cenote Sagrado (Xtoloc), un enorme pozo natural considerado por los mayas como una de las entradas principales al inframundo (Xibalbá).
El Cenote Sagrado tiene más de 60 m de diámetro y 35 m de profundidad. En su fondo se han encontrado objetos ceremoniales, huesos de animales y restos óseos de personas con un amplio rango de edades. Hay teorías sobre sacrificios humanos, rituales funerarios y otras prácticas para comunicarse con entes del inframundo que ayudarían a la lluvia y buenas cosechas.
El edificio emblemático de Chichén es, sin duda, el templo de Kukulkán, ejemplo de los avanzados conocimientos de los mayas, con una precisión increíble para la época que demuestra que las matemáticas, geometría, acústica y astronomía eran parte de esta cultura.
El templo de Kukulkán tiene cuatro escalinatas, de 91 escalones cada una, los cuales suman en total 364 y, con la plataforma superior llegan a 365, representando los días del Haab (el calendario maya), concordando a la perfección con el calendario gregoriano que hoy usamos.
En los equinoccios de primavera y otoño, el sol crea sombras que dibujan una serpiente ascendiendo o descendiendo por las escaleras de la Pirámide de Kukulkán, un fenómeno que a atrae a miles de personas cada año.
El observatorio de Chichen Itzá, conocido como el Caracol, es otra de las construcciones estrellas del lugar. En ella, durante los solsticios de verano e invierno, otro fenómeno astronómico tiene lugar; el sol se refleja en las ventanas del Observatorio, cuando se encuentra en su máxima posición sur en invierno y en la máxima posición norte en verano.
El Juego de Pelota en Chichén Itzá es el más grande de Mesoamérica, con 70 metros de ancho y 169 de largo. Estos lugares daban pie al juego donde la idea era meter una pelota de caucho por un aro que se encuentra en lo alto del muro, usando los codos, las rodillas y la cara.
Chichén Itzá recibe más de un millón de turistas cada año, lo que la convierte en la segunda zona arqueológica más visitada de México, después de Teotihuacán.
La ciudad maya fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1988 y es considerada una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno desde 2007.
En 2015 se descubrió que, bajo la pirámide de Kukulkán hay un cenote. Expertos opinan que los mayas conocían este cenote y construyeron sobre él para representar su universo, levantando este templo entre cuatro cenotes que dan a los cuatro puntos cardinales. El quinto, al centro de todos, es el punto donde se creía que la ceiba sagrada crecía con raíces que llegaban al inframundo.
Hace apenas unos años se descubrió un efecto acústico que simula el canto del Quetzal al aplaudir frente a una de las escalinatas del templo de Kukulkán. El sonido del aplauso rebota, formando un eco distorsionado que simula el canto de esta ave sagrada para la cultura maya.
Haz un tour virtual gracias al sitio web del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Podrás entrar en la zona arqueológica y a sitios que no están abiertos al público y tener vistas de 180° y 360°. Sólo haz clic aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario