1. No te encasilles: el primer lugar de contacto es tu área, pero debes hacerte visible en otros departamentos, lo que te dará la oportunidad de relacionarte con más gente y potenciales contactos estratégicos. Si logras una promoción, será muy útil para lograr sinergias; y más fácil que al irte tengas conocidos con manejo de responsabilidades.
2. Sé tú principal promotor: es fundamental documentar tus logros, sugiere cambios, propón ideas, realiza un seguimiento de las mismas, etc. Muestra tu compromiso con la empresa, y no te desalientes si no tienes eco, sé perseverante, quizás no te estés dirigiendo a la persona indicada o no sea el mejor momento.
3. Aprende a venderte: si logras destacar tus logros, estás preparado para enfrentar al reclutador en las entrevistas de trabajo, ya sea dentro de tu misma empresa o en una organización diferente. En estos momentos las empresas buscan personas que hablen sí de objetivos, pero también de porcentajes de ahorro en tiempo y dinero, eso es lo que quieren escuchar.
4. Innova: si siempre te limitas a hacer sólo lo que tú contrato establece, obtendrás resultados pobres. Siempre es difícil dar un extra, pero en la actualidad es necesario para evitar ser víctima del recorte. La relación con tu jefe es muy importante para las promociones y como futuro contacto para nuevos trabajos: pide consejos, haz sugerencias, muestra compromiso, reúnete por lo menos una vez al mes para hablar de lo ya logrado y qué inconvenientes te encontraste en ese mes, qué propuestas se te ocurren.
5. No olvides la capacitación: recuerda que tu trabajo, sin importar cuál sea, consiste en resolver problemas, no en llevárselos al jefe, por lo que encontrar soluciones y alternativas creativas es parte esencial de tus funciones. No olvides la capacitación continua, ya que además de mantenerte actualizado, te dará la oportunidad de conocer cómo se hacen las cosas en otras empresas y obtener mayores beneficios, algo que sin duda te convertirá en un empleado clave.
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