18 de febrero de 2013

BICIMOTOS YUCATAN.- El extraño deporte de arrancar la cabeza al ganso


En el pasado solían utilizar un ganso con vida. Para hacer el deporte desafiante, el cuello de ganso era aceitado generosamente para que resultara difícil de arrancarlo, el aleteo y la agitación constante del ave hacía muy difícil conseguir el objetivo a la primera. A veces “un negro” con un largo látigo en la mano estaba al acecho cerca de la meta para hostigar al caballo cuando este pasaba por el lugar.

Los premios del concurso eran muy triviales, a menudo el ave muerta en sí, las contribuciones de la audiencia o rondas de bebidas. El principal atractivo de estos concursos para los espectadores fue la apuesta por los competidores, a veces por dinero o con más frecuencia, por las bebidas alcohólicas.

Hoy, en vez de gansos vivos, se utilizan gansos sin vida, pero eso no hace que el deporte sea menos brutal. Incluso en los viejos tiempos, cuando la brutalidad animal era algo muy común, la practica era a menudo mal vista y algunas veces comparada con la práctica bárbara de las corridas de toros.

El deporte desapareció en gran parte de los Estados Unidos después de la Guerra Civil, aunque de vez en cuando todavía se practicó en algunas partes del Sur en fechas tan tardías como la década de 1870. Sin embargo, en Grevenbicht en Holanda y en algunas partes de Bélgica y Alemania, siguen practicando el extraño deporte de arrancar la cabeza al ganso – con un ganso muerto que ha sido eutanasiado por un veterinario – como parte de las celebraciones tradicionales del Martes de Carnaval. Las práctica se conoce como Ganstrekken en los Países Bajos, como Gansrijden en Bélgica y Gänsereiten en Alemania. Aunque el uso de gansos vivos fue prohibido en la década de 1920, la práctica todavía suscita cierta controversia. En 2008, el Partido para los Animales de Holanda (PvdD) propuso que debería ser prohibida. Los organizadores rechazaron la propuesta, señalando que no había duda de la crueldad hacia los animales porque los gansos ya estaban muertos.

En Bélgica la practica va acompañada de un elaborado conjunto de costumbres. El jinete que logra sacar la cabeza del ganso es es “coronado” como el “rey” por un año y le es otorgada una corona y un manto. Al final de su reinado, el gobernante debe premiar a a sus “súbditos” con una fiesta de cerveza, bebidas, cigarros y pudín de pan o salchichas, ya sea en su casa o en un bar local. Los reyes compiten entre sí para convertirse en el “emperador”.

La práctica se extendío también en algunos sitio de América del Sur como en Nicaragua, dónde en vez de ganso utilizan un pato vivo, la variante es que los jinetes hacen la carrera totalmente alcoholizados.





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