El primer Encuentro Nacional de la Bicicleta en París empieza con muy buen pie. Aquellas empresas que incentiven a sus trabajadores para ir en bici al trabajo tendrán exenciones fiscales. El ministro de trabajo francés, Thierry Mariani, ha afirmado que será una medida muy parecida a la que se tomó en Bélgica (donde se bonifica con 0,21 euros cada kilómetro recorrido, eso sí, en el medio de transporte menos contaminante). Su idea: revertir los altos niveles de contaminación, incentivar a la población hacia la movilidad sostenible y practicar una política respetuosa con el medio ambiente. Además de mejorar la salud de la población y reducir los gastos en atención médica.
Ahorro, salud y bienestar… Todos ganamos
Sólo el 3% de la población francesa coge la bici para desplazarse, cifra muy baja si tenemos en cuenta que la mitad de estos desplazamientos no superan los tres kilómetros. De esta manera, el Ministerio de Ecología, Desarrollo Sostenible, Transportes y Vivienda francés ha estimado que podría ahorrar 5.600 millones de euros en costes de sanidad. La cifra que se ha fijado como meta para el 2020 es alcanzar los 10.000 millones (para ello, los ciclistas tendrían que representar entre el 10 y el 12% de los usuarios de transporte). Para lograr este propósito se han impulsado igualmente otras medidas, entre ellas: la ampliación de los aparcamientos para bici, la posibilidad de girar a la derecha cuando los semáforos estén en rojo, así como de registrar las bicicleta mediante un código denominado Bicycode que facilitaría su localización en caso de robo.
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