25 de febrero de 2015

¡Qué no te roben la Bicicleta!


El robo de bicicletas es una de las principales causas por las que los usuarios reniegan el uso de la bicicleta en el ámbito urbano. No en vano, diversas encuestas apuntan que al menos un 15% de ciclistas urbanos ha sufrido un robo alguna vez.

Existen una serie de principios básicos para no engrosar esta estadística. Sin embargo, seguimos viendo malas prácticas a la hora de asegurar sus bicicletas, dejando las cosas fáciles a los amantes de lo ajeno. Para evitar un disgusto, es indispensable seguir las diferentes medidas que sugerimos a continuación.

1.  Empezar a protegerla desde el momento de la compra
Obtener un recibo de la compra válido, esto puede servir en el futuro a modo de justificante de compra junto a una denuncia
Apuntar el número de serie de la bicicleta, útil para su posterior identificación por la policía. Suele venir grabado en el cuadro, junto al pedalier. También es útil hacerla una foto.
No comprar en puntos de venta no establecidos o a particulares que no sean de confianza, dado que cabe la posibilidad de que estés comprando una bicicleta robada, si lo haces sólo fomentarás los robos, que luego te pueden afectar a ti.
Registra tu bici. Varios Ayuntamientos ofrecen un servicio de registro gratuito, que incluye el marcado de la bicicleta, siendo un método de disuasión y localización eficaz. Puedes registrarlas y marcarlas en sitios como MyBikeNumber.
Adquirir unos buenos candados

2. Tu bicicleta frente al peligro
Sitúa la bicicleta en un lugar visible y por el que transiten peatones, siempre sin obstruir el paso.
Asegúrate que el lugar donde vas a aparcar la bicicleta está firmemente anclado al suelo. Algunos lugares mal instalados se “despegan” con facilidad.
No ates la bici en árboles (los rompen, en serio) ni señales de tráfico que se puedan desmontar.
Une entre ellos, y con el objeto rígido al que vas a atar la bicicleta, los cuatro elementos más importantes ante un robo: ambas ruedas, cuadro y sillín. Éste último puedes atarle con un cable al cuadro, o llevártelo contigo.
Si optas por llevar dos antirrobos, coloca el más fuerte (primario) para atar el cuadro y una rueda, y otro (secundario) para inmovilizar la otra rueda.
Átala siempre con candados que garanticen un mínimo nivel de seguridad 
Átala lo más alto que puedas (mínimo 50 cm del suelo), un candado cerca del suelo es más fácil y discreto de romper.
Retira los pequeños elementos propicios de robar: cuenta kilómetros, luces obligatorias de circulación nocturna, etc.

3. Si te han robado la bicicleta…
Denuncia siempre. Si hay alguna posibilidad de recuperar tu bici, tiene que haber una denuncia.
Las tiendas de segunda mano tienen obligación de informar a la Policía sobre los productos que venden. "Si has denunciado, los ladrones tendrán más complicado dar salida a tu bici".
Si se nos pasó mencionar algún punto o tip, con confianza te leemos. 

Fuentes: Valencia en Bici, EBProyect, ecomovilidad.net Granada

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