El historiador y relojero Jean Marc Bosque ha presentado esta semana en Ciudad de México su nuevo reloj, el Kukulkan, que llevará a cabo la cuenta atrás hacia el fin del mundo o el comienzo de otro ciclo, que según las leyendas en torno a esta civilización tendrá lugar el 21 de diciembre de 2012.
Kukulkán es el nombre originario de una deidad maya en forma de serpiente que, juntos los números del calendario, decora el reverso de estos relojes que marcan la hora con números mayas.
Existen tres modelos, uno de acero que cuesta 10.000 euros, otro de acero con diamantes con un valor de 18.000 eurosy una colección de relojes fabricados con oro y esmeraldas tiene un precio de 302.000 euros.
De la primera pieza se lanzarán al mercado 2012 piezas, de la segunda 219 piezas y de la tercera solo doce piezas. Pese a que todo el reloj se ha fabricado en Suiza, Bosque distribuirá los modelos en México y la venta se realizará a través de un contacto del relojero.
Los mayas crearon un calendario con base en un período de 400 años, denominados baktunes; cada era está compuesta de 13 ciclos de 400 años que sumaban 5.125 años y, según su cuenta, la era actual concluye el 21 de diciembre de 2012.
KUKULKAN fue un importante Dios Maya que significa serpiente emplumada.
"Kukulkán", dios maya creador del universo, es un nuevo reloj suizo que solo podrá comprarse hasta el próximo 21 de diciembre, día en que el calendario maya marca el fin de un ciclo.
Relojero e historiador, Jean Marc Bosque es un apasionado de la cultura maya que quiso utilizar su profesión para crear un reloj homenaje a este pueblo.
"Quise hacer un reloj en el que se destacara un símbolo muy fuerte, el tiempo, la precisión" del gran calendario solar maya, explicó el relojero en la presentación en México.
En la parte de atrás está grabado este calendario y en la esfera aparece una representación del dios Kukulkán, "símbolo de la revancha, de tomar el poder", explicó Bosque, quien quería hacer un homenaje a esta cultura con piezas "muy fuertes por su simbolismo".
En lugar de números árabes o romanos, el relojero quiso poner los números mayas para que marquen la hora en este reloj, que desde su concepción lo quiso colocar "arriba de la pirámide" y por eso es de alta gama y está hecho a base de piedras preciosas de Latinoamérica.
Hay tres modelos, uno de acero que cuesta 12.000 francos suizos (13.086 dólares), otro de acero con diamantes que cuesta 21.900 francos suizos (23.880 dólares) y una colección exclusiva de piezas fabricadas con oro y esmeraldas colombianas que tiene un precio de 365.000 francos suizos (398.000 dólares).
De esta última joya se han elaborado solo 12 piezas, mientras que del de acero se sacarán al mercado 2012 piezas y del de acero con diamantes, 219.
Pese a que todo el reloj se ha fabricado en Suiza, Bosque quería que llevara también algo de México y tiene previsto que las fundas del reloj sean fabricadas por comunidades mayas de Yucatán.
El relojero no especificó los lugares en los que el reloj puede ser adquirido, pero sí dijo que las piezas de oro solo se venderán a través de un contacto directo con él.
A pesar de que el relojero sabe que, como dicen numerosos estudiosos, la fecha del 21 de diciembre no es el fin del mundo, sino el comienzo de otro ciclo, quiso poner esta fecha como el fin de su colección.
Los mayas crearon un calendario con base en un período de 400 años, denominados baktunes; cada era está compuesta de 13 ciclos de 400 años que sumaban 5.125 años y, según su cuenta, la era actual concluye el 21 de diciembre de 2012.
Relojero e historiador, Jean Marc Bosque es un apasionado de la cultura maya que quiso utilizar su profesión para crear un reloj homenaje a este pueblo.
"Quise hacer un reloj en el que se destacara un símbolo muy fuerte, el tiempo, la precisión" del gran calendario solar maya, explicó el relojero en la presentación en México.
En la parte de atrás está grabado este calendario y en la esfera aparece una representación del dios Kukulkán, "símbolo de la revancha, de tomar el poder", explicó Bosque, quien quería hacer un homenaje a esta cultura con piezas "muy fuertes por su simbolismo".
En lugar de números árabes o romanos, el relojero quiso poner los números mayas para que marquen la hora en este reloj, que desde su concepción lo quiso colocar "arriba de la pirámide" y por eso es de alta gama y está hecho a base de piedras preciosas de Latinoamérica.
Hay tres modelos, uno de acero que cuesta 12.000 francos suizos (13.086 dólares), otro de acero con diamantes que cuesta 21.900 francos suizos (23.880 dólares) y una colección exclusiva de piezas fabricadas con oro y esmeraldas colombianas que tiene un precio de 365.000 francos suizos (398.000 dólares).
De esta última joya se han elaborado solo 12 piezas, mientras que del de acero se sacarán al mercado 2012 piezas y del de acero con diamantes, 219.
Pese a que todo el reloj se ha fabricado en Suiza, Bosque quería que llevara también algo de México y tiene previsto que las fundas del reloj sean fabricadas por comunidades mayas de Yucatán.
El relojero no especificó los lugares en los que el reloj puede ser adquirido, pero sí dijo que las piezas de oro solo se venderán a través de un contacto directo con él.
A pesar de que el relojero sabe que, como dicen numerosos estudiosos, la fecha del 21 de diciembre no es el fin del mundo, sino el comienzo de otro ciclo, quiso poner esta fecha como el fin de su colección.
Los mayas crearon un calendario con base en un período de 400 años, denominados baktunes; cada era está compuesta de 13 ciclos de 400 años que sumaban 5.125 años y, según su cuenta, la era actual concluye el 21 de diciembre de 2012.
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