20 de marzo de 2012

Las Momias de Santa Elena, Yucatán

 
 
Jaime Tetzpa/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En el recorrido de la Ruta Puuc, saliendo de Mérida, y después de haber disfrutado la majestuosidad de la zona arqueológica de Uxmal, el visitante puede dirigirse a Kabah, parando en el poblado de Santa Elena, en donde se encuentra el Museo de las Momias, ubicado a un costado del templo erigido en honor a San Mateo.

En ese sitio se pueden apreciar los cuerpos de cuatro momias que conservan uñas y cabello.
Localizada a 15 kilómetros al sureste de Uxmal, la población de Santa Elena cuenta aproximadamente con cinco mil habitantes, que viven principalmente de la agricultura y la ganadería, seguida por el comercio, los servicios y el turismo.

En Santa Elena hay un templo en honor de San Mateo, construido en 1779, de acuerdo con una piedra empotrada en el frontispicio del templo (remate de la fachada); a un costado se localiza el museo, que es atendido por Nayeli Briceño Che y Yuriana Couoh Dzib.

Las guías turísticas revelaron que en la primera sala del museo se relatan las costumbres funerarias de la época (1779), y hasta antes de 1848, cuando la localidad era conocida como Nohcacab, que en maya significa la "Gran Villa".

En agosto de 1980 se realizaron obras de remozamiento en el piso de la iglesia, que dejaron al descubierto 12 ataúdes con los cuerpos de infantes parcialmente momificados; cinco de los cuales fueron nuevamente inhumados, tres fueron trasladados al depósito forense en Mérida y cuatro quedaron resguardados en el Centro INAH Yucatán para su estudio y preservación.

Después de 21 años, agregó Yuriana Couoh, los cuerpos semimomificados regresaron al poblado para ingresar a un espacio restaurado ex profeso: la casa cural, que se acondicionó como museo, en donde las momias se han conservado en condiciones especiales y bajo tratamiento de especialistas del INAH.

Los cuatro cuerpos corresponden a niñas, cuyas edades fluctúan entre los tres y seis años, visten ropa de algodón blanco con flores de color rosa, amarillo y azul, así como calcetines y gorros con escarolas. Los brazos están en posición cruzada sobre el regazo; una de los infantes tiene las manos entrelazadas, sosteniendo un abanico de papel de varios colores; todas portan chal o pañoleta.

Los cuerpos se depositaron de tal manera que la cabeza mira hacia el altar principal.

Reanudamos el camino y nos preparamos para arribar a la zona arqueológica de Kabah (mano de artista), de la cual los expertos opinan que su belleza arquitectónica sólo puede ser superada por Uxmal.

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