Cambiar el automóvil por la bicicleta no es un proceso sencillo, mucho menos cuando se trata de llevar a los hijos a la escuela. Sin embargo, un grupo de madres de familia de alumnos del colegio Decroly decidió tomar la iniciativa.
“Todo empezó porque los niños de secundaria hicieron una cooperación para comprar biciestacionamientos”, contó Itzia Pintado, quien utiliza la bicicleta para llevar a sus dos hijos a la escuela.
Con pocas nociones sobre el uso de la bici, las mamás buscaron un apoyo gubernamental para recibir capacitación, pero no lo consiguieron. Entonces acudieron a diferentes colectivos hasta llegar con Bicitekas, una de las organizaciones ciclistas más importantes de la Ciudad.
Desde conocer cada parte de la bici y cómo limpiarla hasta los movimientos para librar el tráfico, el curso les ayudó a tener confianza para salir a la calle sobre dos ruedas.
“Estábamos muy verdes; a partir del fin del curso hemos tratado de juntarnos para adiestrarnos un poco más. Ahora vamos a rodadas nocturnas, al ciclotón y a los paseos dominicales”, explicó Pintado.
Para Alfonso Manrique, instructor biciteka encargado de dar las clases en el colegio, el reto también consistió en hacer que los niños se interesaran por aprender el reglamento de tránsito.
Con una participación de 12 personas, madres de familia en su mayoría, este grupo pionero pretende marcar un parteaguas que impulse a más personas de este y otros colegios a acercarse a la bicicleta como una verdadera opción de transporte.
“Estamos apenas arrancando. Hay mucho que transformar en la gente que maneja, en los que quieren montar bici y tienen miedo, pero creo que se está construyendo paso a paso una cultura de la bicicleta”, expresó Iraida Noriega, integrante de esta iniciativa.
En su caso, que acostumbraba a utilizar la bicicleta para llevar a su hijo a la escuela desde que éste tenía 2 años, señaló que la capacitación le ayudó a aclarar sus derechos como ciclista y cómo ejercerlos.
Las impulsoras de esta propuesta ahora piensan en organizar anualmente este curso para que cada vez más padres de familia dejen el automóvil en casa.
“Queremos lograr una comunidad importante que luego pueda pedir el programa En Bici a la Escuela, en el que el Gobierno local apoya logísticamente a estos grupos”, expuso Pintado.
Desde el principio, el colegio Decroly apoyó la iniciativa por todos los beneficios que veían en ella.
“Como escuela activa buscamos que los chicos generen proyectos y, sobre todo, que vayan de la mano con la postura del colegio sobre el cuidado del medio ambiente”, dijo Rebeca López Portillo, directora de la institución.
Se unen a la causa
Pedaleando por México A.C. es otro colectivo que busca fomentar rutas ciclistas para llegar a la escuela.
“Queremos mostrarle a los niños que el ciclismo es una actividad muy versátil, ya que puede emplearse como medio de transporte, de diversión, para hacer ejercicio. Es un deporte muy popular que le ha dado al País triunfos olímpicos y mundiales, por ello les ofrecemos talleres ciclistas donde les explicamos las virtudes del ciclismo”, dijo Héctor López, fundador de esta asociación.
Rutas Escolares Seguras es el nombre del programa que pretenden impulsar a partir del próximo año escolar en diversos colegios a los que se les ofrecerá la posibilidad de tener talleres para aprender sobre cómo reparar la bicicleta, su uso, conocimientos de seguridad vial, alimentación e hidratación.
Asimismo, la organización tratará de que padres de familia, maestros y, si es posible, las autoridades, tomen el curso con el fin de que, entre todos, se creen las rutas y las condiciones adecuadas para que los niños lleguen seguros y sin ningún problema a sus escuelas
(Por Ricardo Dorantes, de Reforma)
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